VICTOR DELHEZ

Nació en Amberes, uno de siete hijos de una familia rica de Amberes. A partir de 1916-18 estudió en la academia real de artes finos en Amberes y a partir de 1918-23 era un estudiante en la facultad de ciencias exactas en la universidad de Louvain. Se graduó como  químico agrónomo como su tema primario. Comenzó a exhibir sus grabados y trabajos surrealistas sobre el papel durante este período. Además, su primera serie de impresiones fue publicada en Amberes en 1925.


XILOGRAFIAS







En Buenos Aires, (1926-1933), trabajó como un proyectista, arquitecto y contratista. Mientras que activamente él entonces decidío trasladarse a Bolivia. Allí, conjuntamente con su amigo Edgar Ernalsteen, produjo un primer sistema de cuarenta ilustraciones para el Evangelio e ilustró “el cuento de un soñador” de señor Dunsady. Durante los años 30 continuó refinando su técnica de madera del grabado , en 1940. Su trabajo más famoso se originó aquí y se convirtió en profesor en la academia de artes, en la universidad Nacional de Cuyo. Vivió en Chacras de Coria para el resto de su vida. Sus días como el artista ambulante terminaron.





Desde 1926, el trabajo de Delhez se ha mostrado en exposiciones innumerables de la impresión y su trabajo se puede encontrar en muchas colecciones del museo incluyendo Bruselas, Amberes (Plantin-Moretus), el museo metropolitana del arte y el Smithsonian. Sus ediciones son notable pequeñas, normalmente solamente ocho impresiones por bloque. Él firmó las impresiones con la referencia “d'artiste del epreuve” que significaba estas impresiones es de la edición de ocho. Su gama de temas incluye Dostoevsky, Baudelaire, la danza del tema de la muerte, de la arquitectura, del cuento de un soñador de señor Dunsady “,” del portraiture del uno mismo y por supuesto, la Biblia. La serie “Apocalypse” (“libro de la revelación”) es una obra maestra del vigésimo arte del gráfico del siglo. Esto, junto con “arquitectura y nostalgia,” demuestra al artista: un técnico, un arquitecto, un soñador, un poeta, un cómico y un pensador.









Lucas 5:1-25

Cierto día, mientras Jesús predicaba en la orilla del mar de Galilea, grandes multitudes se abalanzaban sobre él para escuchar la palabra de Dios. Jesús notó dos barcas vacías en la orilla porque los pescadores las habían dejado mientras lavaban sus redes. Al subir a una de las barcas, Jesús le pidió a Simón, el dueño de la barca, que la empujara al agua. Luego se sentó en la barca y desde allí enseñaba a las multitudes.

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JESUS PREDICA DESDE LA BARCA


Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón: —Ahora ve a las aguas más profundas y echa tus redes para pescar. —Maestro —respondió Simón—, hemos trabajado mucho durante toda la noche y no hemos pescado nada; pero si tú lo dices, echaré las redes nuevamente. Y esta vez las redes se llenaron de tantos peces ¡que comenzaron a romperse! Un grito de auxilio atrajo a los compañeros de la otra barca, y pronto las dos barcas estaban llenas de peces y a punto de hundirse. Cuando Simón Pedro se dio cuenta de lo que había sucedido, cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo: —Señor, por favor, aléjate de mí; soy un hombre tan pecador. Pues estaba muy asombrado por la cantidad de peces que habían sacado, al igual que los otros que estaban con él. Sus compañeros, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, también estaban asombrados. Jesús respondió a Simón: —¡No tengas miedo! ¡De ahora en adelante, pescarás personas! Y, en cuanto llegaron a tierra firme, dejaron todo y siguieron a Jesús. En una de las aldeas, Jesús conoció a un hombre que tenía una lepra muy avanzada. Cuando el hombre vio a Jesús, se inclinó rostro en tierra y le suplicó que lo sanara. —¡Señor! —le dijo—, ¡si tú quieres, puedes sanarme y dejarme limpio! Jesús extendió la mano y lo tocó: —Sí quiero —dijo—. ¡Queda sano! 

2

CURACION DEL LEPROSO

Al instante, la lepra desapareció. Entonces Jesús le dio instrucciones de que no dijera a nadie lo que había sucedido. Le dijo: «Preséntate ante el sacerdote y deja que te examine. Lleva contigo la ofrenda que exige la ley de Moisés a los que son sanados de lepra. Esto será un testimonio público de que has quedado limpio». Sin embargo, a pesar de las instrucciones de Jesús, la noticia de su poder corrió aún más, y grandes multitudes llegaron para escucharlo predicar y ser sanados de sus enfermedades. Así que Jesús muchas veces se alejaba al desierto para orar. Cierto día, mientras Jesús enseñaba, algunos fariseos y maestros de la ley religiosa estaban sentados cerca. (Al parecer, esos hombres habían llegado de todas las aldeas de Galilea y Judea, y también de Jerusalén). Y el poder sanador del Señor estaba presente con fuerza en Jesús. Unos hombres llegaron cargando a un paralítico en una camilla. Trataron de llevarlo dentro a donde estaba Jesús, pero no pudieron acercarse a él debido a la multitud. Entonces subieron al techo y quitaron algunas tejas. Luego bajaron al enfermo en su camilla hasta ponerlo en medio de la multitud, justo frente a Jesús. Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al hombre: «Joven, tus pecados son perdonados». 

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EL PARALITICO DE CAFARNAUN

Entonces los fariseos y los maestros de la ley religiosa decían para sí: «¿Quién se cree que es? ¡Es una blasfemia! ¡Solo Dios puede perdonar pecados!». Jesús supo lo que pensaban, así que les preguntó: «¿Por qué cuestionan eso en su corazón? ¿Qué es más fácil decir: “Tus pecados son perdonados” o “Ponte de pie y camina”? Así que les demostraré que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados». Entonces Jesús miró al paralítico y dijo: «¡Ponte de pie, toma tu camilla y vete a tu casa!». Al instante, delante de todos, el hombre se levantó de un salto, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios.


Comentarios

  1. tengo su xilografía "sermón en la montaña" y realmente Delhez es fabuloso!!!!

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